22 de diciembre de 2009

CARVAJAL Y COURTOISIE
Heterónimos de Pessoa

Por Kintto Lucas
Junio de 1996


UNO
El primero nació en el 48, en la mitad el mundo, tiene pinta de profesor y, como no podía ser de otra manera, lo es. Pero como buen semiólogo conoce de la poesía casi todo, escribe poesía como casi ninguno y marcará época en la literatura de este lado de los Andes y del otro lado, de todos los lados.
El otro nació diez años después en un rincón casi perdido llamado Uruguay. No tiene pinta de profesor pero lo es y, obviamente, como todo semiólogo que se preste es un excelente poeta. Pocos saben del verso y el universo como él y muchos menos ocuparán la lista de los grandes poetas que dieron esta última década del milenio.

DOS
El primero salió de algún verso de Fernando Pessoa. Tiene la mirada, la metáfora y la tristeza del portugués en la memoria. Anda por Quito regalándose y regalándonos versos que, a veces y siempre son música. Son óperas bajo la luna roja de alguna esquina. Son notas nacidas de una muchedumbre que inventa a John Lennon y camina con él a cuestas.
El otro sabe de Onetti como del sur, y se conoce todos los anocheceres de Montevideo, que son como los amaneceres de Santa María. Anda por ahí disparando palabras en estado sólido con tal puntería poética que hirió a unos cuantos y cuantas.

TRES
El primero maneja las imágenes a su antojo aunque, paradojas de su país, tiene que caminar y caminar para publicar sus libros. Pero ahora, hace poquito, presentó su última obra. Inventando a Lennon se llama y, es algo así como un espejo de la gran poesía de estos años en el Ecuador y América. Poesía que viene del alma y saca a luz el enigmático mundo de la mente, para luego descifrar la realidad que es como decir la imaginación.
El otro ha ganado concursos por todo lado. No hace mucho logró con su libro Estado Sólido, uno de los premios de poesía más importantes de Hispanoamérica, el que otorga la Fundación Loewe de España. La obra fue publicada por la editorial Visor de Madrid y conmueve al que la lee desde la primera hasta la última letra. Poesía que viene del centro mismo de la palabra que es como decir del pensamiento, escrita para marcar un punto de quiebre en la creación de este continente.

CUATRO
El primero recurre a las memorias y nos increpa: "Tal vez eran los restos de la Segunda Guerra Mundial./ Tal vez los restos de las guerras que vinieron después./ Cuántas recuerdas? Reportajes en la pantalla:/ viste caer miles en Argelia, Corea, Vietnam,/ en Africa, en América, en el Pérsico, en Sarajevo./ Y llegó el día en que ya no te sorprendió/ la contabilidad de los cadáveres... Hubo/ cedro en el Líbano, ébano en Ruanda, azafrán en Irán?,/ te preguntó entonces la muchachita tonta."
El otro recurre a la realidad y sentencia: "Un hombre se disuelve en su agua corporal como un terrón de sueño. No es sólido ni líquido y su vapor se esparce y pierde, a lo largo, en actos y palabras. Momentáneamente sólido, momentáneamente erguido, un hombre es un grumo". Y luego dice, nos dice a todos: "La derrota es una piedra, en cuyo centro está la posibilidad de vencer. En la dureza hay lascas, trozos microscópicos del mineral de la victoria".

CINCO
El primero se llama Iván Carvajal. Su obra poética tiene todas las preguntas y el talento de Alberto Caeiro aunque con el delirio y perplejidad de este fin de siglo. Convoca al lector a descubrir el camino de sus versos, pero no es fácil, a veces vuela demasiado, transita por imágenes e imaginarios intrincados, selváticos.
El otro se llama Rafael Courtoisie. En su creación hay algo de Alvaro de Campos, aunque con la magia de una época sin amanecer. Logra introducirnos con su decir en esa encrucijada que nos coloca la soledad, pero no se queda en ella, resiste y nos hace resistir a todos, y así nos involucra en la metáfora general de la humanidad.
La poesía de los dos es moderna, pero tiene todas las raíces en el tiempo que se fue. Nos plantea la incertidumbre y el pesimismo pero deja una ventanita para la esperanza. Cada verso está trabajado con la paciencia de los estetas más pulidos y la rigurosidad de los semiólogos pero no se queda allí. Ante todo, la poesía de Carvajal y Courtoisie está comprometida con lo humano y, sólo eso la coloca lejos, muy lejos de la postmodernidad.

Iván Carvajal y Rafael Courtoisie son dos grandes poetas de la América en este fin de siglo. Tal vez dos heterónimos de Fernando Pessoa que hicieron vida propia.

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